Es la máquina del tiempo con la que juegan los diseñadores, inspirándose en el arte, en las culturas, en las vestimentas de pasadas épocas, o simplemente en la belleza de la naturaleza.
Temporada tras temporada, los grandes creadores de moda nos presentan sus nuevas tendencias e inspiraciones a través de las pasarelas y de los medios de comunicación.
Tras dictaminar lo que se lleva y lo que está “out”, mujeres de todo el mundo renuevan su armario, con esas nuevas tendencias, que adaptan a su propio estilo.
No hay que imponerse una tendencia que sepamos que no nos favorece, ni tenemos porqué convertirnos en “Fashion Victims”, lo importante es que sepamos disfrutar de nuestro aspecto y sobre todo que sepamos sentirnos bien con nosotras mismas. Como decía Coco Chanel: “las modas pasan, pero el estilo permanece”.
Los colores
Durante las estaciones de mayor frío y menos luz, otoño e invierno, la paleta de colores suele ser apagada, con colores como el negro, el azul petróleo, el verde musgo, el granate, el gris y sobre todo con tonalidades marrones.
Aún así, son muchos los diseñadores que procuran darle un toque de vida a la temporada más “seria”, y utilizan pequeñas dosis de color tanto en prendas como en complementos típicos de la estación, desde los guantes hasta el sombrero. Este ultimo accesorio, además de ser muy elegante y funcional (nos protege de la lluvia y del frio), marca el óvalo de toda mujer y tiene su propio horario, ya que no se debe llevar a partir de las ocho de la tarde.
Por otra parte, los colores brillantes se reservan para las estaciones más cálidas, es decir, para la primavera y el verano, pues provocan sensación de frescura, vitalidad e incluso inocencia.
La moda es color
Cada color tiene un momento, por lo que es importante saber utilizarlos adecuadamente en cada hora de nuestro día a día, ya sea en nuestra vida profesional, social, cultural o familiar. No olvidemos que los colores tienen su significado:
Amarillo: el color del sol, la luz y la alegría.
Rojo: color del fuego y la excitación.
Azul cielo: serenidad y frialdad.
Verde: frescura. Tranquilidad.
Blanco: pureza y candor.
Rosa: color amable. Asociado a la feminidad.
Negro: tristeza y duelo. También transmite elegancia y nobleza. Muchas mujeres con puestos importantes lo utilizan. No se debe abusar de este color, pues puede insinuar inseguridad o falta de capacidad creativa.
Gris: resignación.
Oro: riqueza y opulencia.
Plata: nobleza y distinción.
El protocolo de los colores existe, por ejemplo, en el lenguaje de la moda, si tenemos una cita importante, el negro aportará un toque de elegancia a nuestro atuendo. Si lo que buscamos es conquistar a un hombre, el color apropiado será el seductor rojo. Para realizar una entrevista de trabajo lo ideal sería utilizar colores como el azul marino, los grises y los tonos tierra. En una fiesta de amigos o un encuentro informal el rosa fucsia es una elección apropiada, pues es llamativo y alegre. En las bodas se recomienda evitar el negro (puede verse incluso como una ofensa hacia los novios), y el blanco el crema o el color champán (no se debe llevar en ninguna circunstancia un color parecido al del vestido de la novia). Para las ceremonias de día hay que optar por colores intensos, como el violeta, o los turquesas y esmeraldas. Y si la ceremonia es por la tarde-noche es preferible usar colores más elegantes.
No debemos olvidar que, así como siempre hay un color apropiado para cada momento, también tenemos que buscar que el tono elegido nos favorezca.
La moda es ilusión y el color expresa los estados anímicos y emocionales de las personas. Los colores ejercen una influencia psíquica, física, y emocional de la que no somos conscientes a primera vista. Pero lo más importante, sin lugar a dudas, es que siempre sepamos disfrutar, tanto de la moda, como de su colorido.
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