Cuida tu rostro con la Hidratación y Nutrición

 

 

El uso de un producto hidratante es esencial para mantener “en forma” la piel  del rostro. Al limpiar e hidratar favorecemos la conservación del equilibrio natural en la humedad de la piel, por esto se recomiendan estas rutinas para todo tipo de cutis: joven, maduro, seco o graso, femenino o masculino.

Perder agua es un proceso natural que viene con los años y por lo general se acentúa al estar en contacto con otros elementos como la contaminación, las temperaturas extremas (frío o calor), la calefacción, el aire acondicionado, el cigarrillo, entre otros. Favorecer la humedad de la piel es entonces vital para su bienestar y para evitar que envejezca antes de tiempo.

Un hábito….dos momentos:

La hidratación se debe realizar en dos momentos durante el día: en la mañana debido a que la piel está limpia y necesita un refuerzo de sustancias que la hagan flexible. Y en la noche, ya que la piel ha perdido nutrientes y humedad por la sudoración y el contacto con los agentes externos durante el día. Es importante que los productos que se utilicen durante la noche, sean de textura ligera ya que los densos y pegajosos dificultan la respiración de la piel e inhiben su capacidad de regeneración y liberación de toxinas.

Según la edad :

A partir de los 30 conviene aplicar productos según el tipo de piel: normal, seca, grasa…Se deben empezar a trabajar en áreas frágiles como el contorno de los ojos, de los labios y el cuello. En la noche las sustancias nutritivas son las más adecuadas y se pueden combinar (en días alternos) con productos que restauren y nutran.

A partir de los 40 es esencial estimular las funciones de la piel, por tanto, los productos diurnos que reafirmen son muy recomendables, olvídense de aquellos espesos y grasosos que dificultan la respiración de la piel. En la noche se debe apoyar la restauración de la piel y recurrir a sustancias como las vitaminas E y C.

Consumir Líquidos…

No sólo con cremas y productos cosméticos podemos ayudar a la hidratación de la piel, también es necesario consumir líquidos, sobre todo el agua, beber de 1,5 a 2 litros (6 a 8 vasos) a diario ayudará al equilibrio hídrico de la piel. Alimentos como la leche, los jugos, tés y sopas son hidratantes y poseen la ventaja de estar enriquecidos con vitaminas y minerales.